HOY ES PRIMER SÁBADO
Ocho años después de las apariciones de la Virgen a los pastorcitos de Fátima, Nuestra Señora se apareció a sor Lucía en el convento de Pontevedra, el 10 de diciembre de 1925. Durante esta aparición, la Virgen María solicitó el establecimiento de la devoción de los cinco primeros sábados en reparación por las ofensas hechas a su Inmaculado Corazón.
Desde hace siglos el sábado es una fiesta mariana. Según una antigua costumbre atribuida al monje benedictino Alcuino de York (735-804), consejero de Carlomagno, la liturgia dedica los sábados a la Nuestra Señora.
En 1905, el Papa san Pío X concedió indulgencias a los fieles que practicaran una devoción mariana, los primeros sábados de doce meses consecutivos, en honor de la Inmaculada Concepción.
En 1917, durante la aparición del 13 de julio en Fátima, la Nuestra Señora habló por primera vez de “los primeros sábados”: “Para evitar la guerra vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado y la comunión reparadora de los Primeros Sábados”.
UN ACTO DE REPARACIÓN
Esta devoción incluye cuatro acciones, a realizar cada primer sábado de mes durante cinco meses consecutivos:
- confesarse,
- recibir la comunión,
- rezar el rosario y
- meditar durante quince minutos los quince misterios del rosario.
Estos cuatro actos deben realizarse con espíritu de reparación por las ofensas hechas al Inmaculado Corazón de María.